Las drogas en la historia de la NBA.
Algunos de los casos más destacados de la Hª de la NBA a este respecto son los siguientes:
David Thompson, un jugador con talento de sobra para liderar una franquicia con aspiraciones pero al que las drogas le impidieron alcanzar su techo. David Thompson fue seleccionado en el primer lugar en el draft de 1975 por los Hawks pero no dio el salto hasta la temporada 76-77 de la mano de los Denver Nuggets y con sus 26 puntos de media respondió a las expectativas que generó al ser elegido en lo más alto del sorteo universitario. Ese mismo año y los dos posteriores, David Thompson jugaría el All Star. El calvario empezaría en la temporada 79-80 en la que se pasó en blanco 43 partidos por culpa de una lesión pero su rendimiento en la pista no generaba dudas, Thompson seguía jugando a muy buen nivel aunque sus números empeoraron debido a la disminución de minutos. Más tarde, en la temporada 83-84, “The Skywalker” solo pudo jugar 19 partidos, las drogas y el alcohol acababan con la carrera de este “funky man” conocido por sus impresionantes vuelos y por una de las mejores actuaciones individuales de la historia de la NBA, el 9 de abril del 78, cuando anotó 73 puntos frente a Detroit que no fueron suficientes para alzarse con el título de máximo anotador de la liga en detrimento de George Gervin. Después de su retirada prematura pasó un tiempo en la cárcel donde consiguió desintoxicarse. Hoy en día, se dedica a ayudar a jóvenes jugadores de baloncesto para que no cometan los errores que el cometió.
Michael Ray Richardson. Tras ser cuatro veces All Star y liderar la liga en robos y asistencias en una misma temporada, el otrora jugador de Knicks, Warriors y Nets fue suspendido por dos años en 1986 por consumo de cocaína. A sus 31 años, parecía el momento más oportuno para dejar definitivamente las pistas, pero Richardson tomó una decisión mucho más acertada. Tras un fugaz paso por la CBA, el base hizo las maletas y cruzó el charco para jugar en la Virtus Bolonia. Tras vencer una peligrosa adicción a la cocaína, el mito resurgió para liderar a los Transalpinos con sus 23,5 puntos y 8 rebotes a lo largo de sus tres temporadas en Bolonia en las que el equipo conquistó una Recopa. No se retiró hasta la temporada 2000-01, con 45 años de edad, tras jugar en el Antibes de la LNB francesa. Sus piernas dijeron basta tras 25 años en la élite. Su carrera tiene un sabor agridulce, salpicada por el tufillo de las drogas pero donde el éxito también tuvo cabida.
Uno de los recuerdos más recientes que tenemos es el de Shawn Kemp. El ala-pívot siempre será recordado por liderar a los Sonics junto con Gary Payton a las Finales de 1996 pero también por una adicción a la cocaína y al alcohol que precipitaron su retirada al finalizar la temporada 02-03. Sus problemas empezaron cuando se supo que Kemp tenía siete hijos con seis mujeres diferentes, después comenzó una discordia entre la directiva de Seattle y el propio jugador que motivó su marcha a los Cavaliers. En la temporada 98-99, con motivo del lock-out, el jugador bajó la guardia hasta caer en las tentadoras garras del alcohol y la cocaína. Cuando Kemp quiso darse cuenta, el músculo se había convertido en grasa y de 118 kilos pasó a 144. La temporada siguiente, la situación era insostenible y Kemp recaló en los “Jail” Blazers. Nunca antes un vestuario congregó a tantos jugadores polémicos y problemáticos y quizás aquel no fuese el sitio más indicado para rehabilitarse. Era el principio del fin para Shawn Kemp que vio transformados sus 18 puntos y 9 rebotes en 30 minutos, en apenas 6 puntos y 3 rebotes en 15 minutos. Ese mismo verano Kemp acudió a una clínica de rehabilitación donde consiguió desintoxicarse. Al final fue cortado por los Blazers debido a su bajo rendimiento y firmó como agente libre por Orlando donde su juego experimentó una tímida mejoría. “¿Las drogas? Es algo que ocurrió hace un par de años y no tiene mayor importancia.”-respondía el ala-pívot cuando se le recordaban sus problemas con la cocaína. Pero ese mismo verano, tras un problema con la comisión antidroga, Kemp tuvo que colgar las botas. A día de hoy, Shawn Kemp trabaja sin descanso en su casa de Houston y prepara su regreso a la NBA. “Es difícil que la gente cambie su opinión sobre mí, yo solo quiero demostrarme a mí mismo lo que puedo hacer con 35 años”, declaraba este verano“The Reign Man” a “The Seattle Times”. Ahora espera una llamada que parece no llegar.
Vin Baker. El sempiterno ala-pívot recibió su enésima oportunidad de manos de Los Angeles Clippers. Tras un fantástico año como rookie, todos los analistas y entendidos situaban al jovencísimo Vin Baker entre los futuros dominadores de la liga. En el año 97 era traspasado a los Sonics en un traspaso a tres bandas que involucraba precisamente a Shawn Kemp. Por desgracia, este no es el único paralelismo que podemos establecer entre las carreras de ambos jugadores. En las muchas noches libres de la temporada del lock out, Vin Baker devoraba las frías calles de Seattle y consumía casi siempre alguna copa más de la cuenta. En apenas unos meses engordó 20 kilos y arrastrar ese tonelaje por la pista se convertía cada día en una tarea más difícil. Jugando exactamente lo mismo que la temporada anterior, Bajó sus promedios de 19 a 14 puntos, de 8 a 6 rebotes y de 54% a 45% de acierto en tiros de campo. Después llegarían temporadas plagadas de altibajos, desintoxicaciones demasiado breves, kilos perdidos con mucho esfuerzo y ganados en muy poco tiempo. Pero ni Vin Baker, ni los aficionados parecían ver la luz al final del túnel. En 2002 fue traspasado a Boston donde sus números cayeron en picado como jamás lo habían hecho antes. Deambulaba por la pista, perdía constantemente la concentración y arrastraba consigo una expresión de tristeza y de depresión. El ala-pívot tuvo más de un roce con Jim O’Brien a causa de la costumbre del jugador de llegar a los entrenamientos borracho y apestando a alcohol. A final de temporada no le quedó más remedio que acudir a un centro de rehabilitación del que salió como nuevo. Durante la pretemporada fue uno de los más destacados y acabó el primer mes de competición con unos números excelentes: 15 puntos y 7,5 rebotes en 33 minutos con un 54% de acierto en tiros de campo. Pero volvió a probar unas gotas de ese elixir maldito creyendo que ya todo estaba superado. La realidad era bien distinta, Vin Baker había vuelto a tropezar con la misma piedra, una vez más. En Febrero, los Celtics se desprendieron del jugador que cobraba 13 millones de dólares por temporada. Después ficharía como agente libre por los Knicks donde evidenció sus problemas con la bebida y sería renovado en verano (esta vez por 5 millones de dólares). Jugó 24 partidos promediando 1,4 puntos en 8 minutos con unos pésimos porcentajes de acierto en tiros de campo. Ahora vuelve a las pistas para demostrar de una vez por todas su talento, pero ahora con 34 años a sus espaldas, nadie da un duro por él.
Y de nuevo, no debemos olvidar el trágico caso de Len Bias. Corría el año 1986 y el alero de la Universidad de Maryland había cautivado a todos los ojeadores y general managers de las franquicias NBA. Len Bias lo tenía todo para triunfar: fue el máximo anotador histórico de Maryland y sus condiciones atléticas eran fantásticas. Los Celtics no dejaron pasar la oportunidad de hacerse con los servicios del jugador en el segundo puesto del draft de ese mismo año. Pero solo 48 horas después de su elección, Len Bias fallecía cuando era trasladado al hospital por un paro cardíaco. Apenas unas horas antes, el prometedor alero se había instalado en un college de Boston y en su habitación se encontraron restos de cocaína que esclarecieron los motivos de su muerte. Unos años después el hermano pequeño de Len, Jay Bias, fue asesinado por dos disparos en la cabeza. Bias no sería el único jugador maldito en aquel draft. La droga arruinó las carreras de Roy Tarpley, William Bedford y Chris Wasburn. Además Drazen Petrovic falleció antes de tiempo por culpa de un accidente de tráfico (otro día escribiré un post sobre este draft "maldito").
Por desgracia, los Thompson, Richardson, Kemp, Baker y Bias no son los únicos jugadores que han consumido drogas. Algunos jugadores de la talla de Kareem Abdul Jabbar y George Gervin también coquetearon con la cocaína y la marihuana. Hoy en día, muchos jugadores han sido sorprendidos con algún tipo de droga, como Allen Iverson, Rasheed Wallace, Damon Stoudemire, Carmelo Anthony o Chris Webber ("memorable" aquella anécdota narrada por Daimiel que hablaba de un encuentro entre la policía y Rasheed Wallace y Damon Stoudamire envueltos en una nube de humo blanco en el interior de un todoterreno amarillo, sin duda haciéndo un reconocimiento-competencia a sus vecinos estatales Vin "pipeta" Baker y Shawn "cómo me pica la nariz" Kemp"). El caso de John Lucas (del que tampoco me olvido) merece un post aparte, él y todos aquellos jugadores que han pasado por su clínica de rehabilitación (Eddie "pirado" Griffin).
David Thompson, un jugador con talento de sobra para liderar una franquicia con aspiraciones pero al que las drogas le impidieron alcanzar su techo. David Thompson fue seleccionado en el primer lugar en el draft de 1975 por los Hawks pero no dio el salto hasta la temporada 76-77 de la mano de los Denver Nuggets y con sus 26 puntos de media respondió a las expectativas que generó al ser elegido en lo más alto del sorteo universitario. Ese mismo año y los dos posteriores, David Thompson jugaría el All Star. El calvario empezaría en la temporada 79-80 en la que se pasó en blanco 43 partidos por culpa de una lesión pero su rendimiento en la pista no generaba dudas, Thompson seguía jugando a muy buen nivel aunque sus números empeoraron debido a la disminución de minutos. Más tarde, en la temporada 83-84, “The Skywalker” solo pudo jugar 19 partidos, las drogas y el alcohol acababan con la carrera de este “funky man” conocido por sus impresionantes vuelos y por una de las mejores actuaciones individuales de la historia de la NBA, el 9 de abril del 78, cuando anotó 73 puntos frente a Detroit que no fueron suficientes para alzarse con el título de máximo anotador de la liga en detrimento de George Gervin. Después de su retirada prematura pasó un tiempo en la cárcel donde consiguió desintoxicarse. Hoy en día, se dedica a ayudar a jóvenes jugadores de baloncesto para que no cometan los errores que el cometió.
Michael Ray Richardson. Tras ser cuatro veces All Star y liderar la liga en robos y asistencias en una misma temporada, el otrora jugador de Knicks, Warriors y Nets fue suspendido por dos años en 1986 por consumo de cocaína. A sus 31 años, parecía el momento más oportuno para dejar definitivamente las pistas, pero Richardson tomó una decisión mucho más acertada. Tras un fugaz paso por la CBA, el base hizo las maletas y cruzó el charco para jugar en la Virtus Bolonia. Tras vencer una peligrosa adicción a la cocaína, el mito resurgió para liderar a los Transalpinos con sus 23,5 puntos y 8 rebotes a lo largo de sus tres temporadas en Bolonia en las que el equipo conquistó una Recopa. No se retiró hasta la temporada 2000-01, con 45 años de edad, tras jugar en el Antibes de la LNB francesa. Sus piernas dijeron basta tras 25 años en la élite. Su carrera tiene un sabor agridulce, salpicada por el tufillo de las drogas pero donde el éxito también tuvo cabida.
Uno de los recuerdos más recientes que tenemos es el de Shawn Kemp. El ala-pívot siempre será recordado por liderar a los Sonics junto con Gary Payton a las Finales de 1996 pero también por una adicción a la cocaína y al alcohol que precipitaron su retirada al finalizar la temporada 02-03. Sus problemas empezaron cuando se supo que Kemp tenía siete hijos con seis mujeres diferentes, después comenzó una discordia entre la directiva de Seattle y el propio jugador que motivó su marcha a los Cavaliers. En la temporada 98-99, con motivo del lock-out, el jugador bajó la guardia hasta caer en las tentadoras garras del alcohol y la cocaína. Cuando Kemp quiso darse cuenta, el músculo se había convertido en grasa y de 118 kilos pasó a 144. La temporada siguiente, la situación era insostenible y Kemp recaló en los “Jail” Blazers. Nunca antes un vestuario congregó a tantos jugadores polémicos y problemáticos y quizás aquel no fuese el sitio más indicado para rehabilitarse. Era el principio del fin para Shawn Kemp que vio transformados sus 18 puntos y 9 rebotes en 30 minutos, en apenas 6 puntos y 3 rebotes en 15 minutos. Ese mismo verano Kemp acudió a una clínica de rehabilitación donde consiguió desintoxicarse. Al final fue cortado por los Blazers debido a su bajo rendimiento y firmó como agente libre por Orlando donde su juego experimentó una tímida mejoría. “¿Las drogas? Es algo que ocurrió hace un par de años y no tiene mayor importancia.”-respondía el ala-pívot cuando se le recordaban sus problemas con la cocaína. Pero ese mismo verano, tras un problema con la comisión antidroga, Kemp tuvo que colgar las botas. A día de hoy, Shawn Kemp trabaja sin descanso en su casa de Houston y prepara su regreso a la NBA. “Es difícil que la gente cambie su opinión sobre mí, yo solo quiero demostrarme a mí mismo lo que puedo hacer con 35 años”, declaraba este verano“The Reign Man” a “The Seattle Times”. Ahora espera una llamada que parece no llegar.
Vin Baker. El sempiterno ala-pívot recibió su enésima oportunidad de manos de Los Angeles Clippers. Tras un fantástico año como rookie, todos los analistas y entendidos situaban al jovencísimo Vin Baker entre los futuros dominadores de la liga. En el año 97 era traspasado a los Sonics en un traspaso a tres bandas que involucraba precisamente a Shawn Kemp. Por desgracia, este no es el único paralelismo que podemos establecer entre las carreras de ambos jugadores. En las muchas noches libres de la temporada del lock out, Vin Baker devoraba las frías calles de Seattle y consumía casi siempre alguna copa más de la cuenta. En apenas unos meses engordó 20 kilos y arrastrar ese tonelaje por la pista se convertía cada día en una tarea más difícil. Jugando exactamente lo mismo que la temporada anterior, Bajó sus promedios de 19 a 14 puntos, de 8 a 6 rebotes y de 54% a 45% de acierto en tiros de campo. Después llegarían temporadas plagadas de altibajos, desintoxicaciones demasiado breves, kilos perdidos con mucho esfuerzo y ganados en muy poco tiempo. Pero ni Vin Baker, ni los aficionados parecían ver la luz al final del túnel. En 2002 fue traspasado a Boston donde sus números cayeron en picado como jamás lo habían hecho antes. Deambulaba por la pista, perdía constantemente la concentración y arrastraba consigo una expresión de tristeza y de depresión. El ala-pívot tuvo más de un roce con Jim O’Brien a causa de la costumbre del jugador de llegar a los entrenamientos borracho y apestando a alcohol. A final de temporada no le quedó más remedio que acudir a un centro de rehabilitación del que salió como nuevo. Durante la pretemporada fue uno de los más destacados y acabó el primer mes de competición con unos números excelentes: 15 puntos y 7,5 rebotes en 33 minutos con un 54% de acierto en tiros de campo. Pero volvió a probar unas gotas de ese elixir maldito creyendo que ya todo estaba superado. La realidad era bien distinta, Vin Baker había vuelto a tropezar con la misma piedra, una vez más. En Febrero, los Celtics se desprendieron del jugador que cobraba 13 millones de dólares por temporada. Después ficharía como agente libre por los Knicks donde evidenció sus problemas con la bebida y sería renovado en verano (esta vez por 5 millones de dólares). Jugó 24 partidos promediando 1,4 puntos en 8 minutos con unos pésimos porcentajes de acierto en tiros de campo. Ahora vuelve a las pistas para demostrar de una vez por todas su talento, pero ahora con 34 años a sus espaldas, nadie da un duro por él.
Y de nuevo, no debemos olvidar el trágico caso de Len Bias. Corría el año 1986 y el alero de la Universidad de Maryland había cautivado a todos los ojeadores y general managers de las franquicias NBA. Len Bias lo tenía todo para triunfar: fue el máximo anotador histórico de Maryland y sus condiciones atléticas eran fantásticas. Los Celtics no dejaron pasar la oportunidad de hacerse con los servicios del jugador en el segundo puesto del draft de ese mismo año. Pero solo 48 horas después de su elección, Len Bias fallecía cuando era trasladado al hospital por un paro cardíaco. Apenas unas horas antes, el prometedor alero se había instalado en un college de Boston y en su habitación se encontraron restos de cocaína que esclarecieron los motivos de su muerte. Unos años después el hermano pequeño de Len, Jay Bias, fue asesinado por dos disparos en la cabeza. Bias no sería el único jugador maldito en aquel draft. La droga arruinó las carreras de Roy Tarpley, William Bedford y Chris Wasburn. Además Drazen Petrovic falleció antes de tiempo por culpa de un accidente de tráfico (otro día escribiré un post sobre este draft "maldito").
Por desgracia, los Thompson, Richardson, Kemp, Baker y Bias no son los únicos jugadores que han consumido drogas. Algunos jugadores de la talla de Kareem Abdul Jabbar y George Gervin también coquetearon con la cocaína y la marihuana. Hoy en día, muchos jugadores han sido sorprendidos con algún tipo de droga, como Allen Iverson, Rasheed Wallace, Damon Stoudemire, Carmelo Anthony o Chris Webber ("memorable" aquella anécdota narrada por Daimiel que hablaba de un encuentro entre la policía y Rasheed Wallace y Damon Stoudamire envueltos en una nube de humo blanco en el interior de un todoterreno amarillo, sin duda haciéndo un reconocimiento-competencia a sus vecinos estatales Vin "pipeta" Baker y Shawn "cómo me pica la nariz" Kemp"). El caso de John Lucas (del que tampoco me olvido) merece un post aparte, él y todos aquellos jugadores que han pasado por su clínica de rehabilitación (Eddie "pirado" Griffin).
21 comentarios:
Que grande Wilt, y me ha sobtado mucho lo de Kareem y Gervin, la verdad de estos no lo esperaba.
De las drogas y el alcohol, en la NBA se ha ahogado más gente en los vasos que en el oceano: Rod Strickland, Chris Mullin, Anthony Bonner, la esposa de Sabonis... y por desgracia tantos y tantos. La infrahistoria de la NBA. Buen post, Wilt.
Gran post Wilt me he mirado tambien los anteriores y son buenos
¿para cuando esos "reposteos" sobre los celtics? jeje
Muy muy bueno
Saludos
Pronto republicaré algún post clásico que otro.
Caminando por el lado salvaje...es una pena que jugadores con tanto talento y físico sean a veces tan descerabrados.Supongo que no es fácil en muchos casos partir de un entorno humilde a ser multimillonarios.
Voy a ver si existe el partido de David Thompson de los 73 puntos en internet.
Que coño!! Pierce puedes ver los post de agosto y de meses anteriores si te da la gana buscando la sección de los mese a la dcha de la página. Los de los Celtics están en agosto. Aun así creo que repostearé los más míticos.
Lo acabo de mirar y los que yo te digo están en julio.
hola wilt,pues yo no me lo esperaba de kareem,y de los que dice mcmillan pues tampoco contaba con chris mullin;sería también curioso comentar los jugadores adictos al juego y que van casi a la ruína,otro serio problema de los jugadores y ex-jugadores NBA
Gran post. El unico que no conocía era Thompson, pero es que se retiró antes de que yo encontrara este mundillo
¿Cómo?, me quedo atónito, David Thompson fue una gran estrella de la NBA y no conocéis la anécdota de Kareem que dice que Jabbar justificaba su consumo de marihuana diciendo que lo hacía por moticos de salud? Y es mundialmente conocida la adición de Chris "chaqueta metálica" Mullin al alcohol, es uno de los jugadores más adictos a esta sustancia junto con John Lucas.
que bueno este post wilt!!! como nos ilustras. Lo de Jabbar me acuerdo, me parece que lo dijo tras ser Worthy detenido por pillar a una lumi en la calle, justificaba esto y lo del uso de drogas blandas. me parece que le cayo un multazo de la ostia al bueno de Jabbar. Otro que se fue por el sumidero fue Lloyd Daniels, que le tirotearon por una deuda de drogas que eran 20 dolares o una ridiculez asi.
Ya estamos de vuelta amigo Wilt. Veo que durante mi ausencia tus post han mantenido el nivel de interés y calidad habituales. Muchísimas gracias por poner mi blog en tu apartado de recomendados. A ver cuando nos montamos una fiesta de la toga. Pero con pivitas ¿eh? Que en la antigua Roma a la mayoría les daba igual la carne que el pescao y yo por ahí no paso.
No. no, fiesta de la toga como en "desmadre a la americana", tu sabes de que te estoy hablando, jejeje.
La cucaracha, la cucaracha... Habría que investigar qué sustancias se toman algunos entrenadores, je, je. Fenomenal recorrido lisérgico y politoxicómano. Pareces William Burroughts, compadre.
¿No dices nada del mundial de baloncesto? ¿Vas con España o con EE. UU.?
No navaja, lo que ocurre es que estoy de exámenes (estoy hecho un cateto). Tengo ya dos post preparados y uno de ello versa sobre eso, no te preocupes. DE ESPAÑA HOMBRE DE ESPAÑA, DE EEUU SEGUNDO. EEUU NO NECESITA QUE LO DEFIENDAN, YA SE BASTAN ELLOS BIEN SOLITOS NO, BUSH??).
Si Wilt, a Thompson no le centro, pero será una de mis multiples lagunas mentales.
Te saltaste algún vintage que otro no?? Jeje.
Muy interesante. Entre ellos podríamos incluir a Robert Parish con la marihuana. Es que no hay que confundir unas sustancias con otras ni el uso con el abuso. Tanto Parish como Jabbar estuvieron durante muchos años en la NBA, siendo de los más longevos en jugar en esa liga.
Está muy en boga el caso de Haywood y su terrible adicción a la cocaína.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio