Una noche mágica

A 19 puntos se quedó Kobe Bryant de alcanzar los tres dígitos. Esta hazaña solo la ha logrado otro jugador Pensilvano: Wilt Chamberlain, que anotó 100 puntos cuando jugaba en los Warriors. Echamos la vista atrás y recordamos la proeza del malogrado pívot
Por Juan Pastor - Todos los artículos del autor

El 2 de Marzo de 1962 se consumó un hecho histórico sin precedentes en el mundo del baloncesto NBA. Wilt Chamberlain, entonces jugador de los Philadelphia Warriors, logró alcanzar los 100 puntos que, a día de hoy, nadie ha podido superar.

“Chamberlain parecía destinado a batir records aquella noche” -declaró Harvey Pollack, el entonces director de relaciones públicas del equipo- “unas horas antes del partido fuimos a un salón de recreativos y Wilt pulverizó el record de anotación en las canastas.”

En aquel encuentro los Philadelphia Warriors de Chamberlain se medían a los New York Knicks y el gigantesco pívot empezó a anotar sin parar. Cuando los contendientes emprendieron el camino a los vestuarios por vez primera, Wilt ya había logrado 45 puntos.

Al final del tercer cuarto había anotado 69 puntos, los Warriors ya habían encarrilado la victoria y era casi evidente que iba a superar los 78 puntos con los que mejoraría su propio récord, así que el interés del partido consistía en ver si Chamberlain alcanzaba los 100 puntos.

Philadelphia no paraba de hacer faltas para tener rápidamente la posesión y poder darle el balón al pívot, y los Knicks hacían lo propio sobre los compañeros de Chamberlain para evitar que el jugador lograse los 31 puntos que aún tenía que convertir. Pero la velocidad de Guy Rodgers, el base titular de aquellos Warriors, permitió que el balón llegase a las manos del pívot y logró 20 asistencias. Aquella actuación también habla por sí sola y es digna de ser recordada, pero la hazaña de Wilt Chamberlain le quitó todo el protagonismo, máxime cuando éste añadió 25 rebotes al centenar de puntos que logró.

Con un minuto y medio de partido por delante, Chamberlain erró tres tiros consecutivos a causa de la presión que le causaba un público eufórico.

Pero cuando quedaban 50 segundos para el final del partido, Chamberlain realizó un mate (hay quien dice que fue una entrada) con el que sumaba su punto número 100, los aficionados invadieron la cancha para celebrar la proeza y el partido que no tenía mayor trascendencia en la clasificación y que estaba ya sentenciado a favor de los Warriors se dio por concluido. Aquella noche ninguna cadena de televisión se desplazó al Hersey Sports Arena en Pensilvania y solo los 4.124 aficionados que poblaron el pabellón pudieron disfrutar de la gesta. Al día siguiente el duelo Warriors-Knicks se repetía, esta vez en Nueva York. Darrall Imhoff fue el encargado de defender a Chamberlain y la afición del Madison no dudó en brindarle una ovación celebrando que había dejado a Wilt en “solo” 54 puntos. Y es que Chamberlain promedió la friolera de 50 puntos por partido aquella temporada, otro record absoluto que tardará mucho tiempo en ser superado.

Con sus 100 puntos, el pívot grabó su nombre en letras de oro en los libros de historia del baloncesto y su marca, hoy por hoy, no está al alcance de ningún jugador de la NBA. El nuevo registro de Kobe Bryant nos ha dejado a todos perplejos, pero los 81 puntos del escolta de los Lakers aún están a años luz de los 100 que Chamberlain anotó aquel mágico 2 de Marzo de 1962. Esa noche sumó otros dos récords que todavía hoy nadie ha podido superar: el mayor número de tiros de campo (36) y de tiros libres convertidos (28). Curiosamente, Wilt nunca destacó desde la línea de tiros libres (promedió un 51% a lo largo de su carrera tirando muchas veces “a cuchara”) pero aquella noche, 32 lanzamientos desde la distancia le bastaron para convertir los 28 que nadie ha superado desde entonces.

Y por cierto, apunten el resultado del partido: 169-147 para los locales, no hubo prórrogas, ni existía la línea de tres puntos; ingredientes ideales para este tipo de anotaciones. Nunca antes se anotaron tantos puntos en un encuentro aunque este record ya fue superado en 1984 en un partido entre Nuggets y Pistons, aunque con la ayuda de tres prórrogas.

¿Volverá alguien a alcanzar algún día los 100 puntos en un solo partido? Es difícil pero posible. Hasta que eso ocurra tendremos que deleitarnos con las fantásticas anotaciones de jugadores como Kobe Bryant que nos recuerdan aquella noche mágica.